Hoy es el Día Nacional y Mundial para la Prevención del Suicidio
El objetivo es visibilizar y sensibilizar a las personas sobre las diversas formas de prevención para disminuir las muertes tempranas que ocasiona.
Se trata de una situación socio-sanitaria compleja en la que intervienen factores sociales, psicológicos, biológicos, culturales, familiares y contextuales. En este sentido, es importante que para acompañar a una persona con intenciones o ideas de suicidio es necesario tener una actitud empática (sin juzgar, ni reprochar), brindar escucha sin interrumpir o limitar el tiempo y proteger retirando objetos con los que pueda hacerse daño.
Además, no dejar sola a la persona y orientarla o ayudarla a buscar ayuda profesional, a la vez que hacerle saber que su bienestar importa. Los centros de salud, hospitales, centros comunitarios, escuelas, clubes, etc., son espacios donde recurrir y pedir ayuda.
Las señales de alerta a las que hay que prestar atención son: aislamiento y retraimiento; desinterés y/o desmotivación; desesperanza y/ o ideas negativas persistentes; sentimiento de tristeza constante; sentimiento de debilidad, soledad y/ o fracaso; y dificultad para dormir y comer.
En cuanto a los mitos, es necesario recalcar que es falso que hablar con una persona sobre sus intenciones de suicidarse aumente las posibilidades de que lo haga. Dialogar sobre el tema puede ser una oportunidad para ayudar a quién está padeciendo o sufriendo.
También es falso que una persona que manifiesta que quiere quitarse la vida lo haga para llamar la atención y no lo concrete. Siempre que alguien comunique la intención de dañarse o quitarse la vida debe tomarse con atención y responsabilidad.
La conducta suicida está vinculada a un alto grado de sufrimiento y no es cierto que no se pueda prevenir porque ocurre por impulso, sin advertencia. Muchas personas dan algún tipo de indicación verbal o conductual acerca de sus intenciones de hacerse daño, por lo que es necesario destacar la posibilidad de prevención.