La Huerta del Heller y Proda festeja los 6 años.

Se trata de un espacio inclusivo que rompe mitos y barreras

La Huerta Terapéutica del Hospital Heller y Proda (Programa de Desarrollo Agroalimentario) festeja un año más de ese gran proyecto de inclusión que rompió barreras, mitos y miedos respecto de los usuarios de salud mental. “Celebramos muchas cosas de esas que no se ven, que tienen que ver con el encuentro, la solidaridad, el entusiasmo, el compartir cotidiano de tanta gente”, comenta Daniel Bruno, integrante del servicio de Salud Mental del hospital y referente de la huerta, que el martes 24 de septiembre celebra 6 años de vida.

El festejo es abierto a toda la comunidad, y promete ser una tarde memorable: desde las 14 hasta las 20 -aproximadamente- habrá actividades en la huerta y también sobre la calle Marín, que permanecerá cortada para la ocasión. La agenda incluye desde un taller de cocina saludable -con la Chef Ángeles Hernández-, hasta la venta de plantines de flores, intercambio de semillas, stands de recetas y la actuación en vivo de bandas musicales y una batucada.

Son muchos los motivos que impulsan la celebración de un nuevo aniversario de la huerta. “Festejamos también una apuesta en la que buscábamos hace 6 años generar un espacio saludable que integrara en lo posible lo productivo, que es todo lo que tiene que ver con la huerta en sí, y la posibilidad de encontrarnos, porque si nos hubieran estos encuentros no sería posible la huerta”, sostuvo Bruno, a la vez que reforzó la idea de que la huerta es un lugar que permitió al servicio de Salud Mental y el hospital abrirse a la comunidad.

El trabajo conjunto entre dos instituciones como el Heller, a través del Servicio de Salud Mental, y el Proda, como subraya Bruno, también es meritorio de celebrar. “Que podamos articular durante 6 años entre el hospital y Proda, sostenerse en el tiempo, y esto en el marco de la Ley Nacional de Salud Mental (N° 26657) potencia que los organismos del estado se unan en pos de beneficiar a los usuarios de salud mental”, remarcó el trabajador social.

En la huerta, ubicada frente al Heller, sin duda se respira otro aire. Formada por usuarios del servicio de salud mental, vecinos, trabajadores, profesionales, se transformó poco a poco en un lugar de encuentro donde las personas (los huerteros) hacen amigos, exploran sus potencialidades, conectan con la naturaleza, socializan y los vínculos se igualan.

“Hemos sembrado un lindo proyecto inclusivo de salud que no para de crecer, y que resiste de algún modo al dolor que hoy vive mucha gente que participa de nuestro espacio”, concluyó Bruno.

La Huerta

La Huerta Terapéutica del Hospital Heller y Proda nació en el 2013, a partir de un proyecto terapéutico-productivo que se articula inter-institucionalmente entre el Proda, dependiente del Ministerio de Producción e Industria de Neuquén, y el Hospital Dr. Horacio Heller, a través del Servicio de Salud Mental, dependiente del Ministerio de Salud de Neuquén.

En la huerta aplica la Ley Nacional de Salud Mental N° 26657. La misma define principios y garantizas para todas las personas en relación con el derecho a la salud mental. Uno de los ejes primordiales de esta Ley es la promoción de abordajes interdisciplinarios, basados en la comunidad, la integración familiar y en el reforzamiento de los lazos sociales.

La implementación responsable y concreta de la Ley de Salud Mental requiere la participación de toda la ciudadanía, para alentar así todas las prácticas que encuentran un enlace entre la salud y los derechos humanos.

Las actividades cotidianas que se desarrollan en la huerta posibilitan la creación de nuevos lazos sociales, la recuperación de vínculos y la posibilidad de trabajar aspectos asociados a la prevención, rehabilitación y promoción de la salud integral, a través de la incorporación de hábitos productivos y del trabajo en equipo.

Entre otras cosas, se llevan adelante emprendimientos vinculados a diversas unidades productivas, como producción de flores, plantines bajo cubierta, hongos comestibles, fitocosméticos, deshidratados, etcétera. Estos productos son comercializados por los huerteros en la huerta, y/o en otros espacios de comercialización, como por ejemplo en ferias.

La huerta, además, recibe la visita de alumnos y alumnas de instituciones educativas de diferentes niveles, organizaciones no gubernamentales, otras huertas comunitarias, universidades, entre otros.